Los detalles marcan la diferencia para una desinfección eficaz
Los fabricantes de desinfectantes trabajan duro para probar y documentar la eficacia de las soluciones desinfectantes. Los usuarios finales invierten tiempo y dinero en determinar la carga biológica y los aislamientos locales de sus instalaciones. Estas pruebas y documentación son vitales para la correcta selección de los desinfectantes.En las industrias de ciencias de la vida, farmacéutica, biológica, de dispositivos médicos y de salud animal es esencial mantener un control estricto de los microorganismos dentro de una instalación determinada. A menudo, se pasan por alto las herramientas (fregonas, paños) o los protocolos, lo que reduce la eficacia del proceso de desinfección.
Los fabricantes de la solución desinfectante han realizado un extenso trabajo de validación para demostrar que su solución elimina una serie de contaminantes microbiológicos de acuerdo con los requisitos de la EPA para las condiciones de prueba normalizadas para el registro de desinfectantes. El entorno de laboratorio no siempre simula las variables que existen en las instalaciones del mundo real.
Los departamentos de calidad dedican tiempo a realizar controles ambientales para documentar la carga biológica e identificar los aislados locales en una instalación. Se toman muestras, se incuban y se identifican. Un enfoque sistemático determina la mejor solución desinfectante necesaria para mantener los organismos identificados bajo control en la instalación. Una vez elegido el desinfectante adecuado, corresponde al operador o a la empresa de limpieza utilizar los productos aprobados de forma apropiada para que la desinfección tenga éxito. Es fácil pasar por alto pequeñas variables que provocarán una desinfección inadecuada de las superficies, incluida la fibra con la que se fabrica una fregona o bayeta, los protocolos de aplicación de las soluciones desinfectantes y cómo interpretan y aplican estos protocolos los trabajadores de la instalación.
En primer lugar, es importante leer la etiqueta del desinfectante, ya que proporcionará instrucciones de uso, incluido el tiempo de contacto (permanencia) adecuado necesario para matar microorganismos específicos.
Los protocolos inadecuados establecidos por el usuario final también pueden afectar a la eficacia del programa de desinfección. Los desinfectantes tienen un tiempo de contacto necesario para lograr la eliminación que afirma el fabricante. Si el protocolo utilizado para aplicar las soluciones no permite que la solución permanezca en la superficie durante el tiempo de contacto adecuado, no se consigue reducir la carga biológica. Un ejemplo de ello sería utilizar una fregadora de suelos automática para aplicar la solución. Este método hará el trabajo rápidamente, pero estas máquinas suelen tener rasquetas en la parte trasera con aspiradores que retiran la solución de la superficie en cuanto se aplica, lo que provoca tiempos de contacto inadecuados. Incluso si se retiran las rasquetas, el operario pasará por encima de la zona donde acaba de aplicar la solución, contaminando el suelo limpiado.
Las superficies verticales también son difíciles de desinfectar correctamente. Cuando las soluciones desinfectantes se aplican a una superficie vertical, se secan más rápido de lo que lo harían en un suelo. Los usuarios finales deben asegurarse de cronometrar el tiempo que una superficie vertical permanece mojada. Si no se alcanza el tiempo de contacto de la solución, puede ser necesaria una segunda o tercera aplicación de la solución para una desinfección eficaz. También debe considerarse la posibilidad de utilizar una solución diferente que ofrezca un tiempo de contacto más corto para el microorganismo objetivo.
La selección de las herramientas y soluciones desinfectantes adecuadas es esencial para una descontaminación eficaz de la zona. Esto garantizará que el producto químico pueda eliminar los microorganismos en cuestión, que se haya tenido en cuenta la ergonomía de los usuarios y que las herramientas seleccionadas sean químicamente compatibles con la solución y adecuadas para el entorno en el que se van a utilizar.
Múltiples estudios han demostrado que las fibras naturales como el algodón, la celulosa e incluso el rayón pueden afectar negativamente a la eficacia de las soluciones desinfectantes. Algunas soluciones son más susceptibles que otras a este efecto. Las soluciones de hipoclorito (lejía) y las soluciones de amonio cuaternario (quats) son los principales ejemplos. Cuando se introducen mopas o bayetas de fibra natural en una solución desinfectante lista para usar (RTU), el ingrediente activo de la solución puede unirse al material de la mopa. Una vez que esto ocurre, la solución ya no tiene la fuerza adecuada para lograr las afirmaciones de eliminación del fabricante, lo que conduce a una desinfección ineficaz. Las mopas y bayetas fabricadas con productos sintéticos como el poliéster y el polipropileno no presentan este fenómeno de unión, y son opciones más apropiadas para aplicar desinfectantes.
Las fibras naturales, especialmente si no se secan adecuadamente, también pueden desarrollar bacterias. Hay que tener cuidado de limpiar y secar correctamente las fregonas de fibra natural si se van a reutilizar. Las mopas y bayetas de un solo uso reducen la posibilidad de contaminación cruzada.
La desinfección debe tratarse como tres procesos.
- Limpieza o eliminación de la "carga de suciedad" de las superficies.
- Aplicación de la solución desinfectante con un tiempo de contacto adecuado
- Eliminación de cualquier residuo que quede del proceso de desinfección
En resumen, deben tenerse en cuenta todos los factores a la hora de establecer sistemas para controlar la carga biológica en una instalación. Seguir las instrucciones de la etiqueta del desinfectante, elegir los aplicadores adecuados y aplicar las soluciones correctamente son factores que conducen al éxito de la desinfección.
Referencias:
- IEST-RP-CC004: Evaluating Wiping Materials Used in Cleanrooms and Other Controlled Environments (Evaluación de los materiales de limpieza utilizados en salas blancas y otros entornos controlados) Ago 2004 Institute of Environmental Sciences and Technology (Instituto de Ciencias y Tecnología Medioambientales)
- D. MacDougall y C Morris, Infection Control Today, Vol 10 (junio de 2006)
- V. Williamson, Infection Control Today, Vol 11 nº 8 (agosto de 2007)
- R. Bloss, S Meyer, G. Kampf, Journal of Hospital Infection, Vol 75 (Nov 2010)
- K. Rossington, Cleanroom Technology, The International Journal of Contamination Control, (junio de 2013)